- Vidrio veneciano
- No fueron pocos los centros de fabricación de vidrio en el Occidente cristiano durante la Baja Edad Media y entre ellos, tuvieron su imoportancia los de Poitou y Normandía (Francia) con sus copas grabadas y esmaltadas e historiadas y los de Nuremberg (Alemania) con sus vidercomes o grandes vasos cilíndricos esmaltados que llevan figuras de escudos, emblemas y retratos. Pero a todos eclipsó Venecia desde los comienzos del siglo XIII hasta el XVII. Tuvo por maestros a los bizantinos de quienes aprendió el esmaltado y el dorado de las piezas y en la ciudad y en su vecina islita de Murano labró incontable número y variedad de copas de elevado pie con apéndices caprichosos, tazas, jarritas con rizos de hilos blancos (latticini) o de color, gemas falsas, etc. sirviéndose de todos los procedimientos mencionados y distinguiéndose por la finura, elegancia, ligereza, variedad y fantasía de sus productos que hoy se admiran en multitud de museos y colecciones. Desde el siglo XIV (hacia 1325) consta en Venecia la fabricación de buenos espejos de vidrio que tan singular importancia adquirió a principios del siglo XVI. Pero ya en el siglo XIII los fabricaban los alemanes en Nuremberg y en Viena aunque fueran de pequeñas dimensiones.
Enciclopedia Universal. 2012.